Omate
Semana Santa

Es la principal actividad religiosa y costumbrista  que tiene Omate, por ser un pueblo de profundas raíces cristianas cuyo fervor religioso se ve a cada instante en sus habitantes, la celebración anual de la Semana Santa o Semana Mayor tiene sus orígenes en la fe cristiana católica en la cual se conmemoran los últimos días de la vida de Jesús de Nazaret, desde su entrada triunfal a Jerusalén hasta su resurrección gloriosa.

Es el periodo sagrado del cristianismo que transcurre desde un Viernes de Dolores con la llegada del Señor de las Piedades a Omate, previo al Domingo de Ramos, hasta el día Martes de la Octava de Pascua con el retorno del Señor de las Piedades a Qunistacas, donde comienza una Semana Santa corta. Desde el punto de vista litúrgico, es una intensa actividad dentro de la iglesia, por ser la semana en la que se hace un memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. De acuerdo con la tradición católica, durante este periodo se tienen que cumplir siete viernes de cuaresma, ya que cada uno de ellos está dedicado a una advocación religiosa o pasaje del periodo de la pasión de Jesucristo.

El pueblo de Omate, se convierte por momentos en un gigantesco escenario sagrado donde todos sus moradores entendiendo lo sagrado del momento toman parte de la escenificación, en la devoción Omateña es uno de los momentos cruciales de la Semana Santa, los pobladores de los diversos anexos se trasladan de manera agrupada para participar en este acto.

Una de las características singulares de la Semana Santa en Omate es la  construcción de sus altares escalonados muy elevados llamados “Posas”, durante los días jueves y viernes los devotos y poseros ayudados por sus familiares y vecinos, empiezan a construir estas “Posas” cargan y paran dos principales palos mayores para la edificación de los siete altares que llegan a medir entre los 18 a 25 metros de altura. Las Posas, conforman sus partes cada  una descrita, por tradición tiene tres poseros o personas encargadas de la construcción de los altares; la primera, denominada Cabecilla, se encarga del centro, la segunda, se encarga de la Ala derecha y la tercera persona del Ala Izquierda.

Hasta hace algunos veinticinco años, las posas se construían en base a tres palos por lo que cada posero asumía uno de ellos, sin embargo desde entonces, se simplifico a solo en dos palos mayores. Se dice que aproximadamente en los comienzos del siglo XX, se comenzó a elaborar todos los años altares a manera de castillos gigantes de madera, atadas completamente con sogas, revestidos de telas y cuadros que representan la vida, pasión y muerte de Jesucristo, las advocaciones de la virgen maría y los Santos.

Al parecer solo en estos lugares las prácticas sobreviven tomando características propias y expandiéndose en las últimas décadas a los anexos, como desprendimiento de la fiesta central. En torno a la representación simbólica, los de Omate señalan que un altar que se construye como ofrenda al Cristo Inmolado, es una demostración de la fe que se tiene, y una obligación como ejerciente de la práctica religiosa.

El Distrito de Omate es capital de la Provincia Gral. Sánchez Cerro, como una de las tres provincias que conforman la Región Moquegua (Perú). Está ubicada en el sur de la cadena occidental de la cordillera de los andes, al noreste de la ciudad de Moquegua, esta entre las coordenadas 16° 40’ 13” de latitud sur y 70° 58’ 12” de longitud oeste. Perteneciente a un valle interandino ubicado entre las regiones yunga y quechua, a una altitud de 2,166 m.s.n.m., se encuentra a 129 km de la ciudad de Arequipa y 147 km de la ciudad de Moquegua. Como valle interandino tiene un clima templado, seco y soleado, con escazas precipitaciones pluviales en verano y una temperatura promedio anual de 19° C. que prevalece.

Agradecimientos:
Al área de promoción de desarrollo turístico de la Municipalidad Provincial General Sánchez Cerro de Omate, Gestion 2011-2014 quienes nos brindaron su estadia.
Al Parroco de la Iglesia San Lino de Omate, Padre José Cardenas Salazar y al padre Vicario Rony Osuna Cabarcas, por darnos todas las posibilidades del caso a nuestro trabajo periodistico documental.
Como tambien a todo el pueblo de Omate por su gentil recojimiento va nuestro respeto.

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Limpieza de Acequias
Labor de origen prehispánico cultural

Una de la principales actividades laborales que da encuentro entre la cultura, la identidad propia al desarrollo de la vida es la limpieza o escarbo de acequias que se da en varias zonas alto andinas del Perú, entre ellas esta la región de Moquegua por ser uno los pocos vestigios laborales para los comuneros que hasta aún prevalen ante el incanato. Entre los años 2011 al 2017 visitamos algunos distritos de esta región lugares como: San Cristóbal, Ichuña, Cuchumbaya, Chojata y Carumas, ruta que se presento entre la última semana del mes de julio y la primera semana de agosto, coincidiendo con las fechas de esta importante festividad.

En las actividades de la zona del valle inter andino de Ticsani en Calacoa-Bellavista siempre se requiere de varias ofrendas o pagos a la tierra, al agua y a los Apus, cerros cercanos de cada lugar. Ipas y comuneros eligen el lugar propicio para llevar a un animal (alpaca o oveja) que sacrifican, extraen dolé el corazón en medio de un ritual de predicciones, estos pagos las hacen también con las hojas de coca, chicha de maíz y licores de la zona que prácticamente la realizan en la mayoría de las provincias de Mariscal Nieto y General Sánchez Cerro.

Ccucho es un lugar de encuentro entre hombres y mujeres. Quienes en cada año reciben a sus nuevos devotos o alferados, cargo voluntario y responsable que se presenten en esta festividad laboral de la limpieza o escarbo de acequias, ellos también comparten las labores con: Los padrinos, Ipas o curanderos, lamperos, repartidores que congregan la responsabilidad y el cumplimiento laboral de cada uno de ellos para la limpieza del antiguo reservorio Alaytapa’qa como la del nuevo hecha de concreto en Ccucho. En esta actividad es también importante la participación de los personajes como: los Pules, los Negritos, los Jarpas y los Sicuris en Ataspaya de la provincia de Mariscal Nieto, son parte en la música y la danza con la vestimenta propia de la mujer y el varón.

Cada pueblo tiene diferentes aspectos culturales que lo distinguen de otros, San José de Umalzo y Miraflores son las comunidades en las que tienen representantes únicos al escarbo de acequias, personajes a los que los llaman Lanlacos o angelitos, tiene un traje elaborado de lana de oveja, llevan un saco y sombrero de paño, además de poseer una máscara de cuero y una campana pequeña o cencerro; el traje se complementa con un chicote o látigo que emplean para azotar a la persona que no trabaja, controlan el orden en los canales y bocatomas que corresponden al rio de Umalzo. En sus danzas están las Negritas y Negritos, de igual forma participan los Regidores de agua, los Mayorazgos, el Guion, el Rematisto y el Camayo.

En el distrito de Cuchumbaya la actividad folklórica al escarbo de acequias son las mujeres por su destacada vestimenta colorida, sombreros adornados con flores artificiales y llevan prendas como collares confeccionados con los mismos productos de la zona. Tiene también casi las mismas peculiaridades en los cargos de responsabilidad laboral y que es asumida por cada persona voluntaria a la que se una por limpiar los canales y reservorios que correspondan a cada zona.

Chojata es el distrito donde se caracteriza por ser una de las principales en esta festividad del agua y son parte de algunos de los lugares que se mencionan por la actividad laboral del escarbo de acequias que se presentan toda la región de Moquegua, son todos los familiares de los devotos encargados de su propia gastronomía aquí se preparan platos como: el caldo de maíz pelado, el queso con chuño, el dulce de lacayote entre otros, y que son compartidos con todos los participantes e invitados a esta actividad laboral, al igual de donde se da en la región.

En las comunidades de Saylapa, Ataspaya y Solajo del distrito de Carumas, también participan en esta festividad de las acequias como en todas que tienen su propia tradición cultural y laboral, allí uno de los personajes mas conocidos es la danza del negro guagua que retribuye los recuerdos de la esclavitud. Los Pules, los Negritos, los Jarpas y los Sicuris son otros de los personajes que con sus quenas, zampoñas y bombos entretienen musicalmente en la festividad de las acequias por toda región de Moquegua. En el cierre de las fiestas del agua se arman las Ramadas, es un lugar de campo abierto en donde son plantados varios palos colocando arbustos de eucalipto y adornadas de banderas peruanas, en donde todos los familiares, amigos y gente que simpatizan con el alferado y el mayora se acercan para llevarle su regalo, la costumbre general es colocarle billetes de dinero en su sombrero; brindan y regalan también cajas de cerveza, por el aporte brindado de los devotos que pasaron. Luego los padrinos cuentan el dinero recolectado durante la EQ’ata. Finalmente se da la despedida con orquestas musicales contemporáneas, donde todos se unen al baile festivo para planificar un nuevo encuentro laboral el próximo año.

Se ve que también que es un acto patriótico y admirable labor de las personas de la esta región en las que dan su tiempo en bienestar a la salud, su propia vida y el respeto a la naturaleza en la que se vive. La ruta de visitas que se hizo a los lugares alto andinos de la región de Moquegua se pudo observar y registrar los valles y paisajes, parte de las vertientes del rio Tambo, los impresionantes cañones de Chojata que están entre los 3200 a 5400 msnm, es solo una parte, en la que esperamos volver a continuar y buscar nuevas fuentes de registro para nuestros trabajos en antropología, historia, arqueología y periodismo. Con la finalidad de prevalecer y desarrollar nuestra propia identidad cultural y turística a través de nuestras publicaciones que posteriormente se elaboraran para cada distrito. Tiempo compartido en la que, queremos invitarlos a compartir y participar con sus comentarios en este fotorreportaje documental.

Agradecimientos:
A todas las personas de esta extraordinaria región de Moquegua, que de una u otra manera participarón con nuestros trabajos como a: Jesús Maldonado Roque, Fidel Santos Cáceres, Pelagio Porfirio Gerónimo Cari, Tomás Pacheco Zapata, Gido Cori Escobar, Mario Checalla Centeno, Natalio Ortiz Zapata y en especial a nuestra colaboradora la señora Hercilia Leonor Cordova Cuayla, personas emprendedoras con el desarrollo turístico cultural de las zonas mencionadas que se visito en esta importante actividad laboral de la limpieza o escarbo de acequias de la región de Moquegua.